¿Por qué hacerlo y para qué sirve?
examen de ultrasonido durante el embarazo
EL'ecografía obstétrica Es una prueba segura, indolora y no invasiva que permite la visualización del feto durante todo el embarazo mediante ultrasonido. Una sonda colocada en el abdomen de la madre emite ondas sonoras de alta frecuencia que, al rebotar en los tejidos internos, se transforman en imágenes en el monitor de ultrasonido. Esto permite... observar el embarazo en tiempo real, evaluar la ubicación del saco gestacional, viabilidad embrionaria, crecimiento fetal y numerosos otros parámetros útiles para monitorear con precisión el progreso del embarazo. Las ecografías complementan la exploración obstétrica y son una herramienta clave para monitorear la salud materna y fetal.
Durante un embarazo fisiológico, generalmente se realizan pruebas al menos tres ecografías obstétricas Programadas: una en el primer trimestre, otra en el segundo y otra en el tercero. Cada una tiene objetivos específicos y proporciona información diferente sobre el progreso del embarazo. Sin embargo, el examen puede repetirse fuera de estos plazos cuando el ginecólogo lo considere oportuno para aclarar un cuadro clínico, supervisar más de cerca el crecimiento fetal o verificar aspectos específicos identificados durante la visita.
reglas de preparación
¿Cómo se realiza una ecografía obstétrica?
Durante elecografía obstétrica La paciente se recuesta en la camilla de ultrasonido y puede observar las imágenes en el monitor. El médico aplica un gel especial en el abdomen, que facilita el paso de las ondas ultrasónicas, y desliza la sonda sobre la superficie de la piel para visualizar las estructuras internas. La iluminación de la sala se atenúa para mejorar la calidad de la imagen. La duración del examen no es estándar: varía según la edad gestacional, el tipo de evaluación solicitada y la posición del feto dentro del útero.
No se requiere ayuno para la ecografía. Sin embargo, se recomienda evitar la aplicación de cremas o ungüentos en el abdomen durante los dos días previos a la ecografía, ya que pueden interferir con la transmisión de la ecografía y reducir la claridad de las imágenes. El éxito de la ecografía puede verse afectado por el grosor de la grasa abdominal o la posición fetal específica, pero en la mayoría de los casos, la ecografía proporciona una visión general adecuada de la situación obstétrica y se integra eficazmente con otras evaluaciones planificadas durante el embarazo.
ecografías trimestrales
Primer trimestre:Ecografía de datación
La primera ecografía durante el embarazo es
Generalmente se realiza entre la 6ª y la 13ª semana, a menudo entre la 11ª y la 13ª semana.En esta etapa, el examen permite visualizar el saco gestacional en el útero, confirmando la ubicación correcta del embarazo y descartando la posibilidad de un embarazo ectópico. El ginecólogo determina el número de embriones, distinguiendo entre embarazos únicos y gemelares, y mide la longitud cráneo-caudal (LCC), lo que permite determinar con precisión la edad gestacional y la fecha estimada del parto. La ecografía del primer trimestre también permite detectar la actividad cardíaca embrionaria y evaluar la viabilidad del embarazo. En esta etapa, también es posible observar la morfología inicial del útero y detectar la presencia de miomas u otras patologías que puedan requerir controles específicos más adelante en el embarazo.
Segundo trimestre: ecografía morfológica
La ecografía del segundo trimestre, llamada
ecografía morfológica, él viene
Generalmente se realiza entre la semana 19 y la 22
del embarazo. Esta es una de las partes más importantes del proceso de ultrasonido, ya que permite una evaluación sistemática y detallada de la morfología fetal. Durante el examen, se evalúan la cabeza, el tórax, el abdomen, la columna vertebral, el corazón, los grandes vasos, las extremidades, los riñones, la vejiga y otras estructuras fetales importantes, así como la posición de la placenta y la cantidad de líquido amniótico. El objetivo es identificar posibles malformaciones o anomalías del desarrollo, dentro de los límites de las capacidades de la técnica de imagen. La capacidad de detectar una anomalía depende de varios factores, incluyendo su extensión, la cantidad de líquido amniótico, el grosor de la pared abdominal materna y la posición del feto durante el examen. En algunos casos, si ciertas estructuras no se visualizan completamente, se puede recomendar una reevaluación en una fecha posterior. A veces, cuando la posición fetal lo permite, también es posible identificar el sexo del bebé.
Tercer trimestre: ultrasonido de crecimiento
En el tercer trimestre se realiza una ecografía de crecimiento, generalmente
entre la semana 30 y 34En esta etapa, el examen busca verificar el crecimiento armonioso del feto, comparando las mediciones obtenidas con las curvas de referencia. Se miden los principales parámetros auxológicos, como el diámetro biparietal y el perímetro cefálico, el perímetro abdominal y la longitud femoral. Estos datos permiten estimar el peso fetal y evaluar la adecuación del tamaño a la edad gestacional. La ecografía del tercer trimestre también permite definir la posición fetal (cefálica o de nalgas), verificar la inserción placentaria, evaluar la cantidad de líquido amniótico e identificar cualquier anomalía no detectada previamente. Puede integrarse con la ecografía Doppler color del cordón umbilical y los vasos maternofetales, lo que resulta útil para analizar el flujo sanguíneo en afecciones como restricción del crecimiento, hipertensión gestacional o diabetes gestacional, contribuyendo así a la evaluación de un posible sufrimiento fetal.
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