¿PARA QUÉ SIRVE?

La ecografía obstétrica (3 y) 4 D proporciona imágenes tridimensionales en movimiento, por lo tanto "más realistas" de su hijo. Permite por primera vez observar la vida en el vientre de una mujer. Es como ver a tu hijo "en vivo". La reconstrucción visual ofrece a los padres una idea de cómo es el feto en la realidad. Emocionante es ver al bebé moverse, sonreír, hacer muecas o chuparse el dedo por primera vez. Los movimientos fetales se pueden visualizar: desde movimientos gruesos de las extremidades hasta expresiones faciales (sonreír, bostezar, succionar, etc.). A veces la imagen en movimiento es tan puntual como para mostrar a los padres a su hijo en movimiento, incluso observando las expresiones faciales para que puedan entablar una relación afectiva y relacional incluso antes de dar a luz. Produce un gran impacto emocional en los padres. La relación madre-nonato (también llamada "vínculo") parece estar influenciada positivamente por el ultrasonido. Ayuda a fortalecer el vínculo emocional ya presente entre la madre y el feto. En algunos casos tiene una influencia tan positiva que incluso empuja a la madre a mejorar su estilo de vida, como dejar de fumar o beber alcohol. En este proceso, la ecografía tridimensional parece tener una mayor capacidad que la ecografía tradicional para aumentar el vínculo entre la madre y su bebé. Para que el examen sea claro y la cara fetal claramente visible, es importante que el feto esté colocado correctamente y que haya una buena capa de líquido amniótico entre el feto y la sonda y que la ecogenicidad de la paciente sea buena.

La ecografía tridimensional utiliza la ecografía como la ecografía tradicional, por lo que no presenta ningún riesgo ni presenta contraindicaciones particulares para su uso. El término 4D se introdujo para definir los ultrasonidos tridimensionales en tiempo real, de hecho la cuarta dimensión está representada por el tiempo.

En casos particulares, su campo de aplicación es el diagnóstico prenatal. Identifica la posición exacta del saco gestacional dentro del útero en casos dudosos. Puede ser útil en el estudio de la anatomía fetal, en el diagnóstico de cualquier anomalía de los órganos internos, de la columna vertebral, de las cuatro extremidades, de las estructuras superficiales anatómicas del cuerpo fetal y finalmente del cordón umbilical. Mejora la definición de los defectos del macizo facial (en particular del labio y paladar). Identificar la ubicación de un defecto del tubo neural en la columna vertebral. Define malformaciones de las extremidades y defectos de la pared abdominal (como gastrosquisis y onfalocele) con mayor precisión. Sin embargo, las principales limitaciones de este método están representadas por los movimientos fetales y la escasa cantidad de líquido amniótico cerca de las estructuras anatómicas que se están estudiando.

¿CUÁNDO HACERLO?

La ecografía obstétrica 3 y 4 D se puede realizar en cualquier momento del embarazo. El mejor momento es desde la semana 24 hasta la semana 28-29 de gestación. En este período gestacional, la imagen del feto es más nítida. Aunque ya en el primer trimestre es posible realizar el examen en 3D y 4D, dándose cuenta como ya a las 12 semanas el feto está completamente formado y en plena actividad.

EL MÉTODO

La ecografía tridimensional se basa en la reconstrucción y el procesamiento computarizado de imágenes ecográficas bidimensionales normales. Es posible obtener imágenes en tres dimensiones (3D), es decir, imágenes fijas que se analizan desde varios puntos de vista y en tres dimensiones, o imágenes en cuatro dimensiones (4D), donde la cuarta dimensión está representada por el tiempo, es decir, imágenes tridimensionales en movimiento y en tiempo real.